Reflexiones sobre Europa, América y el Mediterráneo

Una mirada a la historia, una reflexión sobre el presente y algún comentario sobre el futuro de países, personas e ideas de ambos lados del atlántico

martes, 10 de enero de 2012

SEIS NOCHES, SIETE DIAS

Duermo mal la ultima noche de vacaciones, deben ser los nervios del viaje de los que habla Woody Allen en su papel más de Woody Allen, (Allan Felix en "Sueños de un Seductor", dirigida en 1972 por Herbert Ross, una de mis películas favoritas de siempre), así que decido irme a pasear cuando el sol apenas ha levantado, recorriendo el estrecho camino entre los hoteles, con el mar Caribe a un lado y la laguna Nichupté al otro. A pesar de la hora no camino solo, me adelantan turistas americanos que corren (los más jóvenes) y me cruzo con otros que caminan (los de más edad, categoría a la que temo me encasilla mi actividad), así como empleados de los hoteles que salen del turno de noche y esperan callados y cansados los buses que los acercarán a sus casas. Los turistas van (vamos) en pantalones cortos, tenis o chanclas, y los empleados conservan sus trajes blancos, algunos con corbata, todos con caras cansadas.

El turismo en Cancún parece ser un buen reflejo de la situación internacional, pocos españoles, mayoría de brasileños (en familias, en parejas), muchos rusos (en parejas y en grupos de hombres que por la mañana parecen estar acabando la fiesta de la noche) y bastantes estadounidenses. Busco turistas indios y chinos con los que completar los famosos BRIC (Brasil, Rusia, India y China) que se dice dominan la economía mundial, pero no creo identificar a ninguno y supongo que vacacionarán en otros sitios (sudeste asiático?, Europa?) o en otra época...Mariana y Gustav se hacen amigos de una niña brasileña y los momentos de calma en los que intentan comunicarse jugando me permiten avanzar en “Honrarás a tu padre”, de Gay Talese, impresionante obra sobre el mundo de la mafia en los años 50 y 60 que, según leo en la contraportada de la edición de Alfaguara, fue la que inspiró Los Soprano, serie que no he visto pero de la que todo el mundo me ha hablado muy bien.

Mis hijos parecen divertirse con algunas cosas (la piscina con agua helada, el buffet del desayuno) y no tanto con otras (el club para niños del hotel), aunque para sorpresa de Kathy y mía Mariana se queda intrigada con las ruinas mayas de Tulum y me pide que le cuente la historia de esa civilización. La escucha con sumo interés, e intenta aprenderse los nombres de las ciudades mayas mas importantes. Me desarma con sus preguntas de niña de 5 años ("papá, si los mayas eran tan inteligentes porqué se pelearon unas ciudades contra otras?", "papá, y si eran tan inteligentes porqué no pusieron ascensores en las pirámides?”), pero sigue medio embelesada una historia que me invento sobre la última princesa maya de Tulum y que me sirve para resumirle en 10 minutos el auge y caída de una de las civilizaciones más interesantes que han existido.

Apuramos las ultimas horas de nuestro ultimo día en la playa, donde gracias al wifi del hotel familias, parejas y solitarios se comunican sin cesar con otras gentes que se han quedado en el lugar de donde vienen, ventajas (e inconvenientes) de nuestros días, en los que vacacionamos sin perder por un solo instante el trato con el lugar y las personas que hemos dejado atrás. Despega el avión y Mariana intenta ubicar en algún lugar de la selva la pirámide de la princesa de Tulum, pero está nublado y no se puede ver gran cosa. Le digo que no se preocupe, que la última princesa maya consiguió escaparse en un pequeño barco que llegó a El Salvador, y ella pide que cuando aterricemos vayamos directos desde el aeropuerto a las ruinas mayas más importantes del país, Joyas del Cerén. A duras penas logro convencerla de que eso será otro día y de que esa será otra historia...

2 comentarios:

  1. Feliz semestre, Enrique and family. Tus hijos muy guapos, mezcla de ojeda, vila y notas de gohlitz.

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  2. muchas gracias mi querido Sergio, sí que están lindos, aunque a veces acaben con los nervios, y la paciencia, de sus padres...abrasote

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